La esperada adaptación cinematográfica del musical de Broadway, Wicked, ha generado una ola de entusiasmo global, pero las noticias recientes han puesto el foco en la tensión que se vivió detrás de las cámaras. Fuentes cercanas a la producción han revelado incidentes dramáticos que involucran a dos de sus actrices principales, sugiriendo que la química en pantalla no siempre se reflejó en la vida real durante el intenso rodaje. La presión de llevar un fenómeno teatral a la gran pantalla, sumado a las largas horas de trabajo, parece haber creado un ambiente cargado.
Los reportes indican que la rivalidad, lejos de ser un simple rumor, se manifestó en una serie de desencuentros que requirieron la intervención de la dirección. Aunque los detalles específicos de los altercados son escasos, se especula que las diferencias creativas sobre la interpretación de los personajes y el enfoque del material habrían sido la chispa de la discordia. El elenco y la producción han mantenido un estricto silencio, intentando evitar que estas noticias opaquen el inminente éxito de la película.
Para los productores, el reto ahora es gestionar la narrativa pública antes del lanzamiento, asegurando que la atención se centre en la magia de Oz y el espectáculo visual, y no en los conflictos personales. No es la primera vez que un set de alto perfil experimenta tensiones, pero en el caso de Wicked, dada la naturaleza del musical sobre la amistad y la rivalidad femenina, el paralelismo ha sido difícil de ignorar para la prensa internacional.
A pesar de los dramas internos, la fecha de estreno se mantiene firme, y las primeras imágenes promocionales siguen prometiendo una experiencia cinematográfica épica. Los fans esperan que, una vez la película llegue a los cines, el arte prevalezca sobre los desencuentros y que la actuación de las estrellas logre trascender cualquier drama del backstage.
Por: Lucinda Tavares







